Cada año se vierten en los océanos 13 millones de toneladas de plástico. Este dato implica que se vierten aproximadamente 400 toneladas de plástico por segundo, sin tener en cuenta la cantidad volcada al resto de ecosistemas. Este hecho afecta de manera directa a la biodiversidad, la economía y la salud de las personas. La gestión responsable de residuos es imprescindible…
La descomposición del plástico no controlado genera que cada ser humano ingiera una media de 50.000 partículas de plástico anualmente. Y se estima que respiramos otras 50.000 partículas al año. Estas últimas están presentes en el aire, generadas por la descomposición de residuos no controlados en tierra. Según el último estudio de la Oficina de Estudios de la Unión Europea, los efectos de este hecho sobre nuestra salud es devastador.
Gestión responsable de residuos, una necesidad
La gestión de residuos de manera irresponsable también nos afecta de manera directa en términos económicos y de biodiversidad. El último estudio lanzado por Green Peace “Plástico en los océanos; Datos, Comparativas e Impactos” es muy esclarecedor en este sentido:
- A nivel de biodiversidad, se estima que cada año, más de un millón de aves y más de 100.000 mamíferos mueren por el efecto del plástico no controlado. Y los efectos que están teniendo los microplásticos en las especies más pequeñas, que son la base de la red trófica marina, son incalculables. Estamos envenenando los océanos, fuente principal de alimentación de nuestra especie y factor fundamental para el equilibrio de nuestro entorno.
- A nivel económico, podemos hablar del elevado coste que supone para los organismos locales la limpieza de sus playas. Como dato concreto, se estima que la Unión Europea emplea 630 millones de euros anuales en la limpieza de playas. Y queda sin cubrir un requerimiento de inversión muy superior para alcanzar el rango de residuos cero en las costas. El efecto conocido como caza fantasma, el impacto negativo que la presencia elevada de residuos plásticos genera sobre el turismo, son otros puntos de impacto económico directo…
Cuando nos deshacemos de un plástico, este puede terminar en nuestros ecosistemas, en un vertedero; siendo incinerado o enterrado, o ser reciclado. Estimamos que sólo en España, el 50% de los residuos plásticos terminan vertidos sin ser reciclados (sin tener en cuenta los plásticos no depositados en ningún tipo de contenedor y que quedan abandonados). Y son varias las formas que tienen estos residuos de llegar al mar: los sistemas de drenaje de aguas en zonas urbanas; por el agua que fluye por los vertederos; el viento; los vertidos de basura deliberados; etc.
Mabaki considera una necesidad vital incidir tanto en los modelos productivos como en la gestión responsable de residuos para minimizar el impacto medio ambiental que el hombre lleva demasiado tiempo generando. Es la hora del cambio. No hay tiempo para seguir pensando, hay que actuar.
En Mabaki ya lo estamos haciendo, si quieres conocer un poco más nuestro modelo de negocio, puedes hacerlo en el post: «Qué es la economía circular y por que es imprescindible»
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